Espacios de intervención y participación en diarios digitales
“El vínculo diario / lector en los periódicos online. Análisis de los espacios de intervención y participación del lector en los diarios argentinos Clarín y La Nación” es el título de la tesis doctoral que la Dra. Raimondo Anselmino defendió este año. Allí, propuso una investigación socio-semiótica que articuló las condiciones de posibilidad de participación del lector que cada uno de los diarios observados propicia y las gramáticas de reconocimiento recuperables en los discursos de los lectores.
«Intenté comprender las condiciones de este vínculo en los espacios de participación e intervención del lector, instancias donde se manifiesta la actividad del lector tanto a nivel discursivo como no discursivo», explica Natalia, quien hace unos meses participó como expositora en el 5º Foro Internacional de Periodismo Digital organizado por nuestra Universidad.
Su trabajo se enmarca en la perspectiva socio-semiótica, que considera al discurso como transubjetivo, analizando la interdiscursividad, la producción social de sentido. «Por eso no analicé solamente el discurso del medio sino la circulación entre el discurso de producción y las respuestas de los lectores a la estrategia discursiva del medio», indica.
Estrategias, contratos, discursos
La investigadora estudió la relación entre La Nación, Clarín y su público entre 2007 y 2011. En esos 5 años de trabajo, pudo reconocer que ambos medios construyen diferentes contratos de lectura con su público.
«La Nación comenzó en el 2001 con la sección «Participar» y tuvo un momento clave cuando, en 2007, abren todos los espacios de comentarios en las noticias. Este elemento se convierte en una marca de estilo del medio», relata Raimondo Anselmino, y agrega: «La propuesta de contrato de lectura del diario busca mantener un equilibrio entre la tradición y la reinvención, para estar a la vanguardia en términos digitales. El diario aceitó la estrategia para mantener al público cautivo y atraer a otros lectores que lo eligen por valores como la usabilidad y las posibilidades de participación».
En cambio, según pudo reconocer Natalia, Clarín tomó rápidamente la delantera en lo que respecta a espacios de intervención de lectores, con rankings y blogs, un espacio central en su estrategia mediática. Sin embargo, Clarín construye «un contrato más inestable, desplazándose hacia donde lo lleva su público, corriendo la estrategia según sus elecciones y gustos».
Para Raimondo Anselmino, el año 2010 es el momento en que ambos medios «se hacen cargo» de los cambios en el ecosistema mediático y entienden la migración de la participación hacia las redes sociales. «Allí los diarios se replantearon su estrategia. El último rediseño de Clarín, por ejemplo, incorpora la posibilidad de comentar desde cuentas de redes sociales, utilizando plug-ins», cuenta Natalia.
La inclusión de redes sociales hace que el lector abandone su anonimato. «En ese sentido, La Nación ahora tiene una política clara de perfil de usuario, que puede estar asociado a los perfiles de Facebook».
Cuestión de vínculos
«Hay cierta tensión entre la lógica de participación del medio y las lógicas de participación del público: lo que el medio desea de ese espacio y lo que efectivamente el lector hace», explica la investigadora y docente de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales: «Los medios pierden las posibilidades de control. Los lectores valoran el espacio para expresar ideas pero también para hacer catarsis. Por esta vía, el diario puede gestionar el control del espacio, pero hasta cierto punto. Puede prohibir injurias, discriminaciones, insultos, pero no puede controlar el tono ni el tipo de discurso. Se espera que los lectores contribuyan, se espera una intervención raciocinante, pero eso no necesariamente ocurre. Los discursos siempre tienen una fuerte carga afectiva».
Los comentarios siempre agregan valor a las noticias. Así lo entiende Natalia, puesto que sostiene que éstos impactan en la estrategia del medio en tanto se convierten en un valor para el usuario. «He escuchado a usuarios que entran a leer una noticia porque tiene muchos comentarios. Además, muchos lectores entran a leer La Nación o Clarín porque les permiten publicar comentarios, mientras que el diario más afin a su línea ideologica no los deja participar de ese modo», sostiene.